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Patrimonio

Pasear por las angostas callejas de este pueblo mágico harán que viajes en el tiempo y puedas comprender la forma de vida de sus habitantes. Te animamos a que te pierdas por cada uno de nuestros rincones y te dejes sorprender por las joyas arquitectónicas que perduran a lo largo de los años.

Paseo de los Naranjos

La singular arquitectura de Rebollar se caracteriza por sus calles y espacios estrechos. Vale la pena visitar la Travesía de los Naranjos, un paseo panorámico con excelentes vistas a la umbría del valle y a la Sierra de Tormantos, donde brillan los naranjos decorados con ganchillo. Colorido mosaico en forma de mandala realizado por las mujeres del pueblo. Los encontrarás en diferentes rincones del municipio. ¡Descúbrelos!

Iglesia de Santa Catalina

La iglesia parroquial de Santa Catalina de Alejandría fue construida en el siglo XVII y ha sido recientemente reformada. Presenta una estructura de mampostería de dimensiones reducidas de material granítico y una torre con un chapitel piramidal en la parte superior.

La parroquia consta de una nave interior de dos tramos y cabecera, todo dividido por arcos de medio punto, y cubierto con techo de madera a dos aguas. En el interior del templo destaca una pirámide de plata de estilo gótico-renacentista donada por el obispo, Gutiérrez de Vargas y Carvajal, tal como se describe en el escudo base.

En el exterior podemos encontrar adosada  a la cabecera la torre campanario de un solo cuerpo, construida en el siglo XVII. En la parte superior se sitúa el cuerpo de campanas y sobre ellas el reloj. El remate se realiza con un pináculo. El acceso se realiza por medio de una portada situada a los pies, a través de un sencillo arco de medio punto realizado en cantería. Tras unos trabajos en la cubierta se dañó el retablo original. El actual es de estilo neogótico.

Casas del Canchal

Los pueblos situados en las zonas bajas y medias de las montañas tienen un urbanismo desordenado, debido a un crecimiento desorganizado originariamente medieval y a la adaptación al terreno. Estas viviendas fueron construidas para adaptarse a las condiciones climáticas de la zona y emplearon materiales del entorno vallense, piedra, barro y madera de castaño.

En las calles empinadas y adornadas con macetas nos sorprenden pequeñas casas de entramado de ladrillos de adobe y listones de madera de castaño. Así como las llamadas “Casas del Canchal” que se alzan sobre impresionantes moles de granito en apariencia inestables, produciendo un efecto de casas colgantes que  se han convertido en emblema del pequeño pueblo.